Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas
que harán grandes señales y milagros para engañar,
de ser posible,
aún a los elegidos.
Mateo 24:24
Son tiempos críticos.
Qué duda cabe.
Y vieron cómo es todo: por doquier pululan estos avenidos pseudo-maestros de la Nueva Era, predicando a los cuatro vientos lo de la palabra "crisis" escrita en chino, que como ellos saben -y la TV y la radio saben, y todos sabemos, en consecuencia...- aúna en un sólo ideograma la palabra "peligro" y la palabra "oportunidad".
Bah, no sé, eso dicen... Yo chino no sé.
Seguramente todos estos gurúes new age dominan el chino a la perfección, ¿no?
Bueno, el caso es que en algo tienen razón, pero lo que me resulta chocante es esa especie de maquillaje con la que parecen decir: "Tranquilo, no pasa nada. está todo bien".... y mi percepción me hace sentir que con ellos no, no está nada bien... y a la vez todo pasa siempre, todo el tiempo....
Tiene algo ficticio esa tranquilidad que presumen de emanar.
Algo increíble.. In-creíble: no se la cree...
Pero entonces, ¿de qué crisis hablamos, realmente?
Me fui a la Wiki, y dice esto:
"Crisis (del latín crisis, a su vez del griego κρίσις) es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura".
Está muy bien eso...
Entonces me acordé de algo que alguna vez leí o me contaron.
Recordé que en la Grecia clásica había como dos clases de constructores o arquitectos.
Unos más simples y otros más sofisticados.
Cuando levantaban una pared o una obra, empezaban los más simples, piedra sobre piedra en el estilo convencional.
Claro, no se podía seguir así indefinidamente, el arco romano estaba todavía por ser descubierto...
Llegado un punto, la pared les amenazaba con venirse abajo de seguir de la misma forma, la única que conocían e implementaban.
Y ahí llamaban a los constructores más sofisticados: los "críticos".
Los críticos estudiaban la circunstancia, evaluaban el punto, y decidían cómo habría de seguirse la obra, si se la podía seguir, y con qué nueva técnica se haría.
Ese, precisamente ese, era "el punto crítico".
De allí viene también la palabra "criterio": el contenido de la nueva manera a continuar, el corazón motivador de la decisión saludable.
Son tiempos críticos.
Qué duda cabe.
Tal vez como nunca los haya vivido la Humanidad, al menos en este último período.
Pero entonces, ¿cuál criterio usar?
¿El de las soluciones "mágicas" de los falsos profetas, o el laborioso y honesto trabajo que nos tiene a nosotros mismos como parte del asunto?
Eso está en cada uno.
Pero un elemento de la decisión ya está dado, y fué dicho hace muchos, muchos años....
Las palabras que sirven de acápite a esta entrada las dijo Jesús el Cristo hace más de dos milenios.
Y aún siguen vigentes, como nunca...
Tuve una serie de sueños, hace algún tiempo, con lo que puesto en vocablos corrientes dí en denominar "virus hiperdimensional".
Ya saben. la realidad en esos planos es muy diferente de la nuestra ordinaria de la mente y el lenguaje.
Cuesta mucho "nombrar" elementos de esas realidades con nuestro sistema idiomático de representación.
Así que decidí "denominarlo" así: virus hiperdimensional.
En ese sueño, una especie de luminoso bebé cósmico tenía miedo o aprensión de "contagiarse" con "algo" que contaminaba un vaso.
Para aquellos que entienden de alquimia, el significado es claro: el vaso somos nosotros en nuestra parte encarnada, nuestro cuerpo, digamos.... el físico de una dimensión inferior, el "3D", como le suelen decir los índigos. El Grial, sencillamente.
"Eso", lo que contaminaba el vaso, no tenía nombre ni forma.
Pero infectaba, corrompía, era dañoso: degradaba y destruía el elemento vital, vivificante.
Eso quedaba claro en el contexto del "sueño".
En términos gnósticos, destruía el Espíritu....
Y "eso" se incluía en una dimensión menor, sub-ordinada.
"Virus hiperdimensional" le puse, entonces.
Era una advertencia, una prevención, un aviso entre amigos.
No para provocar panico, sino para no caer en la trampa.
Tal como las palabras de Cristo de Mateo 24:24.
Tiempo después, años después, encontré en internet este texto de Crisaltis-Krisaltis, de quien lo único que sé es que es un joven peruano estudiante de filosofía.
No me hace falta más que eso.
Aprendí a mirar el fondo de las palabras, la fuente de las que vienen y las habita: a algo de eso se refería Rudolf Steiner cuando hablaba de "aprehender el gesto en el lenguaje", un ejercicio necesario que tendrían que hacer las futuras generaciones humanas.
Entonces, con independencia de su autor y de su estilo, las pongo aquí, en mi blog sobre Nuevos Niños, y en una entrada llamada "Yo te avisé".
¿Por qué?
Simple: porque hablan de un "virus dimensional", años después de mi experiencia onírica.
Y por su fondo de sincera mesura, y de razonable cordura valiente.
Porque en esta nos jugamos el alma.
Y nos jugamos el alma de la Humanidad, también.
Todo bien.
Sin apuro ni urgencia, y sin miedo; pero es ésa la índole de la elección que viene.
Abrir los ojos del corazón es el trabajo del momento.
No podemos esperar que nos apoyen en esto, y tampoco podemos esperar que lo involutivo deje de boicotear nuestros intentos, o de "ponerlos a prueba".
Esa fue su decisión, así como ahora la nuestra es la nuestra.
Y para ello las palabras del Cristo son un faro.
Atenti los pibes: yo te avisé.
Ahora a seguir, despiertos y adelante, compañeros del alma, compañeros...
Va texto de Crisaltis -click aca abajo, donde dice "Más información"- con mis deseos de que elijan lo mejor para el Universo: